La Estación de Canfranc llega a nuestra colección
Lanzamos una nueva lámina a la colección de ciudades, un edificio industrial emblemático del Pirineo de Huesca.
La estación de Canfranc es una antigua estación ferroviaria situada en la localidad de Canfranc, en la provincia de Huesca, en la comunidad autónoma de Aragón, España. La estación fue inaugurada el 18 de julio de 1928 por el Rey Alfonso XIII y fue diseñada por el arquitecto francés Eugene Aumonier, que también diseñó la estación de Montparnasse en París.
La estación de Canfranc fue una de las más importantes de España en su época y era una parada obligada en el trayecto entre Francia y España. La estación estaba ubicada en un punto estratégico en la frontera entre los dos países y servía como enlace entre el ferrocarril español y el ferrocarril francés.
En su época de gloria, la estación internacional de Canfranc contaba con una sala de espera de lujo, un hotel de cinco estrellas, una oficina de correos y una sala de espectáculos. La estación fue también un importante centro comercial, ya que se utilizaba como punto de cambio de mercancías entre Francia y España.
Fue una de las más grandes de Europa y cuenta con una impresionante arquitectura industrial Art Decó. Sus instalaciones incluyen una estación principal, una estación de carga, un puente sobre el río Aragón y un túnel a través de los Pirineos.
La estación de Canfranc fue utilizada por millones de viajeros durante su época de esplendor, pero sufrió un declive después de la Segunda Guerra Mundial.
Al finalizar la Guerra, la estación de Canfranc sufrió un declive debido a una serie de factores. En primer lugar, la línea ferroviaria que atravesaba los Pirineos perdió importancia debido al aumento del tráfico aéreo y al desarrollo de carreteras y autopistas. Además, el cierre de la frontera entre España y Francia durante la Guerra Fría también afectó negativamente a la estación.
En 1970, un deslizamiento de tierra cerca del túnel ferroviario causó el cierre de la línea y la estación quedó abandonada. Desde entonces, ha estado en un estado de deterioro y ha sido objeto de numerosos intentos de renovación y reutilización.
En la actualidad, se pueden realizar visitas guiadas, por el entorno de la estación, imaginarse la playa de vías llena de trenes y dar una visita por el pueblo y su término municipal. En los últimos años, la estación ha sufrido una gran renovación, dándole esplendor de nuevo con un hotel de lujo.